Si no has leido la primera parte puedes acceder haceindo click en el siguiente enlace:
Como eliminar las situaciones estresantes y dormir bien parte 1
-
Hacernos valer.
Una parte muy importante de nuestro estrés se genera al no saber decir que no a las exigencias poco razonables. Estas peticiones pueden generar una sensación de pérdida de control: tenemos la impresión de que se aprovechan de nosotros. Dejamos de lado nuestras propias necesidades. Independientemente de que las demandas sean realistas o no, la capacidad de ser capaz de decir “no” puede ser muy liberador. Sin embargo, es importante diferenciar entre los comportamientos pasivos, asertivos y agresivos. La autoafirmación implica la capacidad de expresar las propias necesidades sin herir a los demás. Un libro sobre asertividad o apuntarnos a algún curso pueden ser muy útiles para eliminar esta fuente de estrés.
Con frecuencia, los insomnes son personas intrínsecamente amables, son gente que deja sus intereses a un lado para complacer a los demás, preocupados más por complacer a los demás que a ellos mismos. Por otro lado, las personas que duermen bien suelen ser generalmente más asertivos a la hora de expresar sus necesidades y reivindicar sus derechos. Dicen lo que tienen que decir durante el día y cuando se van a la cama, tienen la mente más tranquila y duermen a pierna suelta. Por el contrario, la falta de asertividad durante el día puede llevar a una persona a preocuparse y a darle vueltas a las cosas a la hora de acostarse, en relación con lo que habrían podido hacer o decir de forma diferente. Naturalmente, estos discursos internos interfieren en el sueño.
-
Expresar la rabia de forma adecuada.
Una buena parte del estrés puede derivarse de la incapacidad de expresar la rabia de una forma adaptada. Existen dos formas inadecuadas de expresar la rabia – hacerlo de manera beligerante o culpando a los demás, o guardársela para uno, dejándola cocer a fuego lento dentro. Algunas personas reprimen su rabia en el interior hasta llegar a un límite y, de repente, explotan por una cuestión que no tiene importancia. Expresar la rabia de una manera no agresiva es una forma de hacerse valer. Podemos expresar nuestro enfado de manera adecuada comenzando las frases en primera persona, en lugar de formularlas bajo la forma de culpabilizaciones o de ataques personales. Concentrémonos en las circunstancias que deseamos cambiar, más que en los elementos que nos resultan desagradables. Las habilidades de resolución de conflictos también pueden ayudarnos a afrontar más eficazmente la rabia. El primer paso en la resolución de conflictos implica la escucha activa. Reformular lo que dice nuestro interlocutor puede hacerle sentir que le escuchamos. A continuación, podemos revisar juntos las soluciones alternativas con la ayuda de una «lluvia de ideas» (brainstorming). Evaluemos cada una de las soluciones propuestas a fin de que todos puedan hacerse oír y sacar su provecho.
-
Recompensarnos y tomarnos un tiempo para disfrutar de la vida.
El dicho «Si el trabajo perjudica tu tiempo libre, deja el trabajo» es cierto en parte. Evaluemos la manera como utilizamos nuestro tiempo. Para realizar este ejercicio, anotemos durante una semana nuestras actividades, después clasifiquemos las actividades en agradables, desagradables o neutras. ¿qué proporción de nuestra semana hemos invertido en actividades desagradables? ¿Cuántas veces durante la semana hemos tenido experiencias que hemos disfrutado verdaderamente? Si nos percatamos de que la mayoría de nuestro tiempo lo hemos pasado en hacer tareas que consideramos engorros, no nos preguntemos por qué nos sentimos estresados. A continuación, hagamos una lista de actividades que consideremos placenteras o agradables. Planifiquemos algunas de estas actividades para la semana siguiente. Para recompensarnos por haber trabajado mucho, ofrezcámonos alguna actividad agradable o algún pequeño regalo. Es especialmente importante que nos tomemos un tiempo para distendernos al final de una larga jornada. Si trabajamos hasta el momento mismo de meternos en la cama, no nos sorprendamos de que nos cueste quedarnos en blanco o conciliar el sueño. Planifiquemos disponer cuanto menos de una hora para relajarnos con la ayuda de una actividad apacible y agradable antes de irnos a la cama.
En Psicosomni estamos especializados en la evaluación y tratamiento las dificultades para dormir. Nos encontramos tanto en València para consulta presencial como de forma on line donde tu quieras. Infórmate sin compromiso.